Un viaje inesperado hacia un cambio de vida
Cristina y Javier llegaron a Canillas de Aceituno hace más de dos décadas, tras un recorrido profesional en el mundo audiovisual en Madrid y un año sabático en Nueva Zelanda. «Cuando volvimos de Nueva Zelanda, Madrid nos pareció asfalto y cemento. Necesitábamos otra cosa«, comenta Cristina. Esa búsqueda los llevó a la Axarquía, donde encontraron en Canillas un lugar que les dio la bienvenida con su calma, su gente y su encanto.
La cerámica como conexión con lo esencial
El taller de cerámica «Al Zaytun» nació como una apuesta por transformar una pasión en una forma de vida sostenible. Cristina, quien había cultivado su interés por la cerámica durante más de diez años, decidió dar el salto y abrir su propio espacio. Desde entonces, el taller se ha convertido en un refugio de creatividad y paz para quienes lo visitan.
«La cerámica es química pura y también terapia», explica Cristina, destacando cómo trabajar con arcilla conecta a las personas con lo práctico, lo orgánico y lo creativo. Los talleres, que duran cuatro horas, son una oportunidad para desconectar del ritmo frenético, dejando los móviles a un lado y explorando un arte milenario. Además, las piezas resultantes, desde boles hasta esculturas, son únicas gracias a la personalización de esmaltes y colores, que Cristina misma formula.